miércoles, 29 de junio de 2016

LECTURAS RECOMENDADAS: NO HAIKU. JOSÉ MARÍA MILLARES SALL.




NO- HAIKU

JOSÉ MARÍA MILLARES SALL
 CALAMBUR, 2014

No-Haiku es un poemario exquisito en el que el mecanismo de imagen-palabra-imagen constituye un eje vertebrador que, sin solución de continuidad, nos transporta magistralmente por el mundo interior y exterior del poeta. Es asimismo, una muestra más de una de las cualidades sobresalientes de José María Millares: su versatilidad.

Tal y como él mismo confiesa en el prólogo al libro Cuadernos, hay un momento en su proceso creativo, en el que decide:… “escribir como quería, o como me daba la gana, sin pensar si lo que hacía era o no del gusto del lector. Y fue así como comencé a llevar a la práctica lo que ahora escribo /…/ escritura anárquica que, a veces sin buscarlo, hace uso de lo esperpéntico, de lo onírico, del surrealismo, si bien mi poesía es básicamente existencial.”

El autor de Liverpool, parece sentirse así liberado de todo estereotipo, de todo condicionante externo, de toda sujeción que no sea la que sus propias necesidades creativas vaya dictándole.

NO-HAIKU

No-Haiku es, como decía arriba, una demostración palpable de la incesante búsqueda de cauces por donde hacer transcurrir todo su caudal poético. También de la maestría alcanzada por José María Millares. En este excelente poemario destacamos tres procesos que se suceden: percepción, reflexión y elaboración.

La percepción del propio ser humano: sus emociones, su presencia en la ausencia, su recuerdo, su sombra que se extiende y se detiene, los ojos que se abren y se cierran, su tacto, su sabor; percepción del mundo animal: pájaros: su belleza, su canto, su mudez, su vuelo; serpientes, su inquietante zigzagueo; pulpos de alas negras, gatos tuertos, lobos blancos; percepción de la naturaleza: camino que grita, ola que rueda, viñas dormidas, viento oculto; percepción del paso del tiempo: sus estragos, su fugacidad…Nada escapa a la mirada del poeta, nada a su imaginación, nada a su asombro, nada a su sensibilidad, nada a su arte.

La reflexión sobre el sentido de la vida, el espacio que nos conforma, el recuerdo del otro que nos habita, que nos acompaña; la palabra, testigo que deja rastro de nuestra presencia, la unidad y lucha de los contrarios: luz y sombra, pasado y presente, presencia y ausencia, realidad y deseo, celebración y duelo, vida y muerte, oponiéndose, complementándose, enriqueciéndose en una síntesis fecunda.

La elaboración magistral de lo percibido. El dominio de la forma y sus variantes: el uso intencionado del punto y seguido en mitad del verso, la pausa obligada, el uso de la rima tanto asonante como consonante, la música versal acompasada y condensada, la ausencia de signos en otros poemas, la prolongación de la imagen. Siempre con la misma medida pero marcando distintos tonos. Toda una lección de artesanía poética.

Un apasionante recorrido hacia el exterior, fundiéndose en él; y hacía el interior, conjeturando, fijando sensaciones, sentimientos. Si la poesía sólo puede definirse a través de los poemas en los que se refleja, No-Haiku es un ejemplo excelente de definición poética en su plasmación más lograda.

…Y sobre la última agonía de las aguas está flotando mi corazón,
señores, mi corazón.

Traigo a colación estos versos del poemario Liverpool porque, como si de un certificado de autenticidad se tratara, tantos años más tarde, en No-Haiku el corazón del poeta sigue flotando y su latido se escucha con una intensidad inusitada.


sábado, 25 de junio de 2016

POEMAS PROPIOS (11) A RATOS TE RETRATAS...

POEMAS PROPIOS (11) A RATOS TE RETRATAS…


A RATOS TE RETRATAS…

 A ratos te retratas como eres
que vas y te me mueres sin morirte
y vuelves y revuelves corazones
o presa en los rincones te resuelves
en un lento partir para no irte.
O rota y malherida de rendirte
al incesante azar de las pasiones
coges y sin aviso te disuelves
para no renunciar ni arrepentirte.

Del poemario inédito: “Bucles”

Imagen: Juliette Aristides.








jueves, 23 de junio de 2016

LECTURAS RECOMENDADES: EMILY DICKINSON. "EL VIENTO COMENZÓ"...


“EL VIENTO COMENZÓ A MECER LA HIERBA”. EMILY DICKINSON

NORDICA LIBROS, 5ª REIMPRESIÓN: MARZO, 2014

EDICIÓN BILINGÜE

ILUSTRACIONES: KIKE DE LA RUBIA

SELECCIÓN Y PRESENTACIÓN: JUAN MARQUÉS

TRADUCCIÓN: ENRIQUE GOICOLEA

“A TRAVÉS DE LA VENTANA”

Lo primero que llama, gratamente, la atención es el esmero y buen gusto de los editores de esta antología bilingüe de una de las grandes poetas de todos los tiempos. Unas originales y acertadas ilustraciones “vivifican” los textos seleccionados y aportan a la publicación un encomiable valor añadido.

Si algo cabe destacar de la obra de esta singular poeta es la esmerada factura de sus composiciones, la aparente sencillez de su verbo y una capacidad de observación que le permite llegar al “alma” de las cosas.

Inevitablemente, la traducción no puede recoger aspectos básicos de su modo de hacer. Por ejemplo, el uso de la rima asonante tan frecuente en sus poemas:

The wind –tapped like a tired Man-
And like a Host- “come in”
I badly answered-entered then
My residence whithin…

“Esos cascabeles que con su tintineo dan ánimo en el camino”, como la propia autora manifestaba respecto al uso de este recurso. O el inquietante uso de las mayúsculas en el original, así como la frecuente ruptura del ritmo en aras a un modelo más amplio.

Probablemente se trate de la poeta americana más rupturista e innovadora, junto con Walt Whitman, en la poesía norteamericana del XIX.

“El viento comenzó a mecer la hierba” es el primer verso del poema 824 de esta antología. Amén de un título de enorme belleza lírica, todo el poema resuma plasticidad, dramatismo y misterio.

Cayó una gigantesca gota de lluvia, y, luego,
como si las manos que sujetan los diques
se hubieran levantado,
las aguas rompieron el cielo,
pero pasaron por la casa de mi padre
y solo rompieron un árbol.

El misterio en el último verso. La alusión a lo sobrenatural, el hecho milagroso. También en el segundo: “las manos que sujetan los diques. La personificación de lo inanimado, el uso del diminutivo para remarcar el afecto, la estructura dialógica, versos cortos que dan un aire de complicidad e intensidad emocional.

¿De quién son esas camitas-les pregunté-
que en los valles están?...
La más pequeña, un poco más allá,
es de Margarita…

El miedo a la oscuridad, a la noche, el temor a no despertar, es un sentimiento reiterado en la poesía de la autora.

No debo inquietarme. Estás segura.
Nunca llegará esa noche
en que, asustada, corro a casa, a tu lado,
y encuentro las ventanas oscuras…

La reivindicación de lo efímero, el valor de lo frágil, el detenerse en las cosas aparentemente insignificantes pero bellas y llenas de vida.

Nadie conoce a esa pequeña rosa.
Podría haber sido una peregrina
si no la hubiera cogido yo de los caminos…
¡Ah, pequeña rosa, qué fácil,
para alguien como tú, morir!

Observación, sensibilidad, penetración, reflexión, plasmación magistral. Esta parece ser la secuencia en el modo de hacer de Emily Dickinson. En otros casos, abstracción, reflexión, plasmación…

“La esperanza” es esa cosa con plumas
que se posa en el alma
y canta una canción sin letra
y nunca, nunca, se calla…

La muerte, la conciencia de un final, ese “algo detrás de la puerta”

No es que morir nos duela tanto.
Es vivir lo que más nos duele…


Desde la más absoluta soledad, ajena a movimientos literarios, tertulias, discusiones…Ocurre pocas veces, pero ocurre. La poesía se encarna en una mujer o un hombre, y, no importa cuán adversas sean las circunstancias,  se manifiesta, se revela en su esencia más pura, en su atemporalidad, en su misterio más profundo. Es el caso de Emily Dickinson. Esta antología constituye una excelente muestra.

GRANDES POETAS (9) EUNICE ODIO...."Y ME ESTALLAN AL PECHO PALOMAS Y DESNUDOS"...




EUNICE ODIO. COSTA RICA. 1919-1974


POEMA TERCERO (CONSUMACIÓN)

I

Tus brazos
como blancos animales nocturnos
afluyen donde mi alma suavemente golpea.

A mi lado,
como un piano de plata profunda
parpadea tu voz,
sencilla como el mar cuando está solo
y organiza naufragios de peces y de vino
para la próxima estación del agua.

Luego,
mi amor bajo tu voz resbala,

Mi sexo como el mundo
diluvia y tiene pájaros,

Y me estallan al pecho palomas y desnudos.

Y ya dentro de ti
yo no puedo encontrarme,
cayendo en el camino de mi cuerpo,

Con sumergida y tierna
vocación de espesura,

Con derrumbado aliento
y forma última.

Tú me conduces a mi cuerpo,
y llego,
extiendo el vientre
y su humedad vastísima,
donde crecen benignos pesebres y azucenas
y un animal pequeño,
doliente y transitivo.

II

Ah,
si yo siquiera te encontrara un día
plácidamente al borde de mi muerte,
soliviantando con tu amor mi oído
y no retoñe...

Si yo siquiera te encontrara un día
al borde de esta falda
tan cerca de morir, y tan celeste
que me queda de pronto con la tarde.

Ah,
Camarada,
Cómo te amo a veces
por tu nombre de hombre
Y por mi cuello en que reposa tu alma.


Para saber más sobre su obra:

Para leer más poemas de la autora:







martes, 21 de junio de 2016

GRANDES POETAS (8) JOHN BERRYMAN.




JOHN BERRYMAN. EE.UU. 1914-1972


EL POEMA DE LA PELOTA

¿Qué es el niño ahora, que ha perdido su pelota,
¿Qué, qué va a hacer? La vi irse
Alegremente rebotando, calle abajo, y después
Alegremente por – ¡allí está en el agua!
De nada sirve decir “Oh, hay otras pelotas”:
Un último estremecimiento de pena fija al niño
Mientras se sostiene rígido, tembloroso, contemplando
Todos sus días de juventud en el puerto donde
Fue su pelota. Yo no lo molestaría,
Una moneda, otra pelota, no tiene valor. Ahora
Él siente la primera responsabilidad
En un mundo de posesiones. La gente se llevará pelotas,
Las pelotas se perderán siempre, pequeño niño,
Y nadie compra una pelota de vuelta. El dinero es externo.
Él está aprendiendo, bien detrás de sus ojos desesperados,
La epistemología de la pérdida, cómo estar de pie
Sabiendo lo que todo hombre debe un día saber
Y la mayoría sabe muchos días, cómo estar de pie
Y gradualmente la luz regresa a la calle
Suena un silbato, la pelota está fuera de vista,
Pronto una parte de mí explorará el profundo y oscuro
Fondo del puerto… Estoy en todas partes,
Sufro y me muevo, mi mente y mi corazón se mueven
Con todo eso que me mueve, bajo el agua
O silbando, no soy un niño pequeño.

Traducción: Yanina Audisio.


THE BALL POEM

What is the boy now, who has lost his ball,
What, what is he to do? I saw it go
Merrily bouncing, down the street, and then
Merrily over—there it is in the water!
No use to say ‘O there are other balls':
An ultimate shaking grief fixes the boy
As he stands rigid, trembling, staring down
All his young days into the harbour where
His ball went. I would not intrude on him,
A dime, another ball, is worthless. Now
He senses first responsibility
In a world of possessions. People will take balls,
Balls will be lost always, little boy,
And no one buys a ball back. Money is external.
He is learning, well behind his desperate eyes,
The epistemology of loss, how to stand up
Knowing what every man must one day know
And most know many days, how to stand up
And gradually light returns to the street
A whistle blows, the ball is out of sight,
Soon part of me will explore the deep and dark
Floor of the harbour… I am everywhere,
I suffer and move, my mind and my heart move
With all that move me, under the water
Or whistling, I am not a little boy.





POEMAS PROPIOS (10) NOSTALGIA

NOSTALGIA


La nostalgia es la imagen
que guardamos de un río
evocado en un sueño.

La tristeza sin ropa
que atrevida se pone
a jugar con la espuma.

Una luz que de pronto
reverbera en lo oscuro
incendiando memorias.

La humedad de unos labios
condensada en la brisa
que nos moja la frente.

Del poemario inédito: “Instinto”.

Imagen: Marta Yglesias.



lunes, 20 de junio de 2016

LECTURAS RECOMENDADAS: SOBREVIDA. IDA VITALE.



LECTURAS RECOMENDADAS. IDA VITALE. “SOBREVIDA” ANTOLOGÍA POÉTICA.

ESDRÚJULA EDICIONES (COLECCIÓN DIÁSTOLE) Granada, 2016.

SELECCIÓN Y PRÓLOGO: MINERVA MARGARITA VILLARREAL.

EPÍLOGO: JESSICA NIETO.



EL ESPÍRITU DE LA PALABRA

La antología está estructurada alrededor de seis bloques temáticos aunque existe un denominador común: el latido de la palabra.

Lo primero que llama la atención tras la lectura de esta antología de la reconocida poeta uruguaya, es su empeño en la reivindicación de la palabra. Nombrarla, concretarla, darle vida, desentrañar su espíritu, su magia, su misterio.

Tenderse e ir nombrando
las cosas, los sucesos,
la ardiente zarza del abrazo,
el odio, la seda que en las noches
el sueño pone sobre las frentes
como un llanto…

Pararse ahí, desvelar ese misterio, huir del automatismo o el uso rutinario de las palabras, adentrarse en ellas, en su sentido y el que adquieren al combinarse con las demás. La palabra desentrañada para huir de su utilitarismo, del silencio, del olvido, de la desolación.

La importancia del ritmo. Pausado, acompasado, marcando el compás y dando sentido al poema tal y como lo define Octavio Paz. El uso de una esmerada técnica, recursos retóricos y combinación de acentos para conseguir el tono adecuado. Aliteraciones, comparaciones:

la ardiente zarza del abrazo…
el sueño…como un llanto.


 En el poema “La palabra”:
Expectantes palabras,
fabulosas en sí,
promesas de sentidos posibles,
airosas,
      aéreas,
             aireadas,
                 ariadnas…

Toda una declaración de intenciones, un arte poética. La palabra espera para ser descubierta, redescubierta, desembarazada de automatismos, cobrando sentido en ese permanente renacimiento.

En el poema “Sequía” la palabra se personifica,  se “anima”, somos palabra, como palabra son nuestros gestos, nuestros afectos, …

…De pronto se parecen demasiado a nosotros,
    a manos que no tocan
    hijos, amigos,
    y pierden su polvo en otra tierra…


Una preocupación por el sentido profundo que tiene el compromiso de escribir. El compromiso con el acto de crear, arriesgando, yendo más allá, adentrándose en el misterio y la magia de la poesía, dando esa batalla sin condiciones.

En el poema “La batalla”:

Maligna, triste, silenciosa peste
sobre aquel que rehúye la batalla,
si dentro sintió el fuego.
Para el que acepta,
diaria, contrincante muerte.

Esa es la apuesta decidida de Ida Vitale, una poeta de muy largo recorrido del que esta cuidada antología ofrece una excelente muestra.

Para saber más:


domingo, 19 de junio de 2016

ENTREVISTA A ANTONIO GAMONEDA.




ENTREVISTA A ANTONIO GAMONEDA.


MG: La labor de corrección ¿Cómo es?

Antonio Gamoneda: En mi caso consiste en no dar nunca por acabado un libro, esté publicado o no, es igual. Yo pienso que la escritura es fundamentalmente reescritura. A veces, el verdadero poema está dentro de otro y la envoltura es falsa. Y con los años te das cuenta. Me encanta tachar. Incluso enmendar libros publicados. Volver a reescribir.

RG: ¿Enmendar libros publicados?

Antonio Gamoneda: Sí, incluso he llegado a cambiar poemas hasta que han acabado siendo lo contrario de lo que eran al principio. Luego que cada uno se quede con la versión que quiera porque al final resultan casi irreconocibles entre sí.

MG: ¿Consideras que ese cambio de los poemas corresponde a un cambio vital?

Antonio Gamoneda: Sí, yo creo que efectivamente no soy el mismo que cuando hice el poema por lo que llega a tener un valor de generación aunque esté en contradicción conmigo actualmente. No me preocupa en cualquier caso. Creo que manda el poema, no mando yo.
-------
MG: Es eso que decías tú de que a menudo se siguen “modelos equivocados” en el sentido de no seguir lo esencial de un poeta. Además, se traiciona una cosa básica, que es el ritmo, la música. Las posibilidades rítmicas tan ricas que tiene el castellano por seguir a ciegas un concepto, o lo que es peor a veces, la traducción de un concepto.

Antonio Gamoneda: Por eso tenemos la posibilidad de decir lo que no se puede decir fuera de la poesía. Nos equivocaremos muchas veces, y el “palabrismo” a ultranza no conduce a ninguna parte tampoco. Pero yo sigo pensando lo que os decía antes. El poeta parte de lo desconocido y va a lo desconocido. En el interregno se produce una aparición que tiene algo parecido a una luz y poco que ver con el razonamiento y la normalización de la palabra. La poesía es una palabra anormal, un lenguaje anormal. Aleixandre decía a veces que la poesía es comunicación y puede ser, pero la pregunta es ¿comunicación de qué?, de conceptos desde luego no.


© Miguel Angel Gara. Madrid. Octubre 2005
© Rodrigo Galarza.

Para leer toda la entrevista:


sábado, 18 de junio de 2016

POEMAS PROPIOS (9) PÉRDIDAS

PÉRDIDAS


Las pérdidas son más
y en la balanza
inclinan con rencor su poderío.

Saben que el tiempo juega de su lado
y que el declive
mejora su caudal de plusvalía.

Y saben sobre todo
que cuando más se pierde
es cuando más se dobla la cabeza.

También a su favor
inasequibles pugnan
fallas y desmemorias.

Las tantísimas cruces,
los inviernos,
el musgo...


Del poemario inédito: "Instinto"

Imagen: Lohmuller Gyuri



jueves, 16 de junio de 2016

GRANDES POETAS (7) PHILIP LARKIN. ALBADA.

GRANDES POETAS (7) PHILIP LARKIN. ALBADA.

PHILIP LARKIN. REINO UNIDO. 1922-1985


ALBADA


Trabajo todo el día, y por las noches me emborracho.
Me despierto a las cuatro en una oscuridad callada, y miro.
Los bordes de las cortinas no tardarán en iluminarse.
Hasta entonces veo lo que siempre ha estado ahí:
La muerte infatigable, ahora un día entero más cerca,
Que borra todo pensamiento excepto
Cómo y dónde y cuándo moriré.
Árida interrogación: no obstante el temor
De morir, y estar muerto,
Centellea de nuevo, te posee, te aterra.

La mente se queda en blanco ante el resplandor. No
Por remordimiento –el bien no hecho, el amor no dado,
El tiempo despreciado- ni con tristeza porque
Una vida pueda tardar tanto en superar
Sus malos inicios, y quizá nunca lo consiga;
Sino ante la total y perpetua vacuidad,
La segura extinción hacia la que viajamos
Y en la que nos perderemos para siempre. No estar
Aquí, no estar en ninguna parte,
Y pronto; nada más terrible, nada más cierto.

Es un miedo concreto que ningún truco
Disipa. Antes lo hacía la religión,
Ese vasto brocado musical apolillado
Creado para fingir que no morimos nunca.
Y ese capcioso discurso que dice Ningún ser racional
Puede temer lo que no sentirá, no ver
Que eso es lo que tememos: ni vista, ni oído,
Ni tacto ni sabor ni olor, nada con que pensar,
Nada que amar ni a lo que estar ligado,
El anestésico del que nadie despierta.

Y así permanece al borde de la visión,
Una pequeña mancha desenfocada, un escalofrío
Permanente que deja todo impulso en indecisión.
Hay muchas cosas que quizá nunca ocurran; esta sí,
Y el comprenderlo es un rugido
De miedo al crematorio cuando nos pilla
Sin nadie y sin bebida. El valor no sirve:
Significa no asustar a los demás. Tener coraje
No te salva del último viaje.
Igual muere el llorón que el fanfarrón.

Lentamente se hace de día, y la habitación cobra forma.
Es evidente como un guardarropa, lo que sabemos,
Lo que hemos sabido siempre, sabemos que no podemos escapar,
Pero no lo aceptamos. Algo tendrá que desaparecer.
Mientras tanto los teléfonos se agazapan, dispuestos a sonar
En oficinas cerradas, y todo este mundo indiferente,
Intrincado y de alquiler comienza a despertar.
El cielo es blanco como arcilla, sin sol.
Hay trabajo que hacer.
Los carteros, como los médicos, van de casa en casa.



AUBADE

I work all day and get half-drunk at night.
Waking at four to soundless dark, I stare.
In time the curtain-edges will grow light.
Till then I see what’s really always there:
Unresting death, a whole day nearer now,
Making all thought imposible but how
And where and when. I shall myself die.
Arid interrogation: yet the dread
Of dying, and being dead,
Flashes afresh to hold and horrify.

The mind blanks at the glare. Not in remorse
-The good not donde, the love not given, time
Torn off unused- nor wretchedly because
An only life can take so long to climb
Clear of its wrong beginnings, and may never;
But at the total emptiness for ever,
The sure extinction that we travel to
And shall be lost in always. Not to be here,
Not to be anywhere,
And soon; nothing more terrible, nothing more true.

This is a special way obeing afraid
No trick dispels. Religión used to try,
That vast moth-eaten musical brocade
Created to pretend we never die,
And specious stuff that says No rational being
Can fear a thing it will not feel, not seeing
That this is what we fear –no sight, no sound,
No touch or taste or smell, nothing to think with,
Nothing tol ove or link with,
The anaesthetic form whieb none come round.

And so it stays justo n the edge of visión,
A small unfocused blur, a Standing chill
That slows each impulse down to indecisión.
Most things may never happen: this one will,
And realisation of it rages out
In furnace-fear when we are caught without
People or drink. Courage is no good:
It means not scaring others. Being brave
Lets on one off the grave.
Death is no diferente whined a than withstood.

Slowly light strengthens,and the room takes shape.
It stands plain as a wardrobe, what we know,
Have always know, knonw that we can’t escape,,
Yet can’t accept. One side will have to go.
Meanwhile telephones crouch, getting ready to ring
In locked-up offices, and all the uncaring
Intricate rented world begins to rouse.
The sky is White as clay, with no sun.
Work has to be done.
Postmen like doctors go from house to house.

Tomado de:




LECTURAS RECOMENDADAS: LA LEY DEL MENOR. IAN MCEWAN.



LECTURAS RECOMENDADAS  “LA LEY DEL MENOR”. IAN MCEWAN

 EDITORIAL: ANAGRAMA
 AUTOR: IAN MCEWAN.
TRADUCCIÓN: JAIME ZULAIKA.
BARCELONA.2015

Fiona Maye, jueza de un Tribunal de Familia, justo cuando está redactando el borrador de una sentencia en la que debe decidir sobre la solución más justa para las hijas de un matrimonio de religión judía cuyas desavenencias sobre cómo educar a las niñas los lleva a la ruptura, se ve súbitamente enfrentada a otra decisión: la solicitud de su marido, a punto de cumplir los 60 años, de que le permita mantener relaciones con otra mujer.

Y después, no mucho después del exabrupto, jadeante de indignación, había dicho en voz alta, por lo menos dos veces:
— ¿Cómo te atreves?
Apenas era una pregunta, pero él contestó con calma.
—Lo necesito. Tengo cincuenta y nueve años. Es mi último cartucho. Todavía no he visto pruebas de que exista otra vida después de ésta.
Era una observación pretenciosa y ella no había encontrado una réplica. Se limitó a mirarle fijamente y quizá boquiabierta. Entonces no había sabido qué decir y ahora, en el diván, se le ocurrió una respuesta: « ¿Cincuenta y nueve? ¡Jack, tienes sesenta! Es lastimoso, es banal».

Este es el marco en que el autor, una de cuyas características más notables es la de poner a los personajes de su novelas en situaciones límite, inicia el desarrollo de la trama.

¿Cómo reaccionamos cuando nuestros principios, convicciones morales e ideológicas, entran en crisis porque hay algo que emocionalmente no podemos aceptar? ¿Cómo hacer compatible nuestra coherencia con el sentimiento de abandono, humillación o desprecio cuando alguien nos pone a prueba lanzándonos un reto imposible de conciliar?

Mientras discute con Jack, su marido, Fiona no tiene otro argumento que la impotencia, la sensación de que va a quedarse sola y su propia autoestima dañada, para oponerse a la pretensión de su marido. En paralelo, va repasando mentalmente algunos casos que ha tenido que resolver en su calidad de jueza. Por ejemplo, el de permitir que uno de dos mellizos muriera como única solución médica para que el otro pudiera salvarse.

Citando al juez Ward, Fiona recordaba a todas las facciones en las primeras líneas de su sentencia: «Este tribunal es un tribunal de Derecho, no de moralidad, y nuestra tarea ha consistido en buscar, y nuestro deber es aplicar después, los principios pertinentes de la ley a la situación que analizamos y que es única».

Los prejuicios, en la mayoría los casos religiosos, pesando como losas en las decisiones judiciales, oponiendo la razón divina a la lógica de una sociedad laica, generando todo tipo de problemas morales en el intento de hacer valer la ley de la teología sobre el derecho civil.

Estas semanas intensas le dejaron marca, y apenas se había borrado. ¿Qué le había preocupado exactamente? La pregunta de su marido se la hacía ella misma, y ahora él esperaba una respuesta.
Antes del juicio había recibido un alegato del arzobispo de Westminster, católico romano. Fiona dedicó un párrafo respetuoso de la sentencia a consignar que el arzobispo prefería que Mark muriera junto con Matthew a fin de no interferir en los designios de Dios. No la había sorprendido ni inquietado que los clérigos quisieran eliminar la posibilidad de una vida significativa para sostener un postulado teológico

¿Y no también nuestros prejuicios los que nos llevan a oponernos a la lógica cuando algo muy personal nos afecta? ¿No se resquebraja todo el armazón intelectual sólidamente construido cuando alguien nos plantea algo que pone en peligro nuestra aparente seguridad?

El clic del vaso de Jack contra la mesa de cristal le devolvió a la habitación y a su pregunta. Él la miraba fijamente. Aunque ella hubiera sabido formular una confesión, no se sentía con ánimos para hacerla. Ni para mostrar debilidad. Tenía trabajo que hacer, terminar la última parte de la sentencia, y le esperaban los ángeles. La cuestión no era su estado de ánimo. El problema era la elección que estaba haciendo su marido, la presión que estaba ejerciendo. De pronto volvió a enfurecerse.

En medio de esas turbulencias, Fiona es requerida para tomar una decisión de urgente sobre un chico de 17 años, aún menor de edad, que sufre de un cáncer y necesita ser operado sin dilación. Sus padres, testigos de Jehová, y el propio muchacho, se oponen a una imprescindible transfusión de sangre que los médicos necesitan hacerle.

Se abre aquí la parte más dramática de la trama. En el proceso de toma de decisiones, Fiona tendrá que hacer frente a situaciones inesperadas y su relación con el muchacho la llevará a vivir una situación límite y a descubrir aspectos de su personalidad que permanecían completamente ocultos.

La prosa incisiva del autor casi nos obliga a tomar partido, a interrogarnos a nosotros mismos sobre nuestras seguridades y la fortaleza relativa de los pilares sobre los que sustentamos nuestras convicciones y el acontecer de nuestras propias vidas.

—Era el muchacho más dulce del mundo —susurró—. Quería venir a vivir con nosotros.
— ¿Nosotros?
Jack Maye había llegado a la mayoría de edad en los años setenta, en medio de todas las corrientes intelectuales de la época. Había enseñado en una universidad durante toda su vida adulta. Lo sabía todo sobre lo ilógico del doble rasero, pero el conocimiento no le protegió. Fiona vio en su cara la ira que le tensaba los músculos de la mandíbula, le endurecía los ojos…
—Pensaba que yo podía cambiarle la vida. Supongo que quería convertirme en una especie de gurú. Pensaba que yo podía… Era tan serio, estaba tan hambriento de vida, de todo. Y yo no…
—O sea que le besaste y quería vivir contigo. ¿Qué intentas decirme?
—Le rechacé. —Movió la cabeza y por un momento no pudo hablar.


Algo ha invertido el orden de los factores. Ya ninguno de los dos será el mismo. 

martes, 14 de junio de 2016

POEMAS PROPIOS (8) PROEZA



PROEZA

Nunca alcanzó gloria,
ni ciñó los laureles
del triunfo en la carrera.

No conquistó la cumbre,
no abrió camino al mar,
no horadó una montaña.

No descubrió un país,
jamás ganó un combate,
jamás fue coronado.

Pero pregona el viento
su condición de símbolo
de las causas perdidas.

Del poemario inédito: “Instinto”

Imagen: Hopper.


lunes, 13 de junio de 2016

GRANDES POETAS (6) T.S. ELIOT

GRANDES POETAS (6) T.S. ELIOT. 1888-1965


LOS HOMBRES HUECOS (FRAGMENTO)

I

Somos los hombres huecos
Los hombres rellenos de aserrín
Que se apoyan unos contra otros
Con cabezas embutidas de paja. ¡Sea!
Ásperas nuestras voces, cuando
Susurramos juntos
Quedas, sin sentido
Como viento sobre hierba seca
O el trotar de ratas sobre vidrios rotos
En los sótanos secos
Contornos sin forma, sombras sin color,
Paralizada fuerza, ademán inmóvil;
Aquellos que han cruzado
Con los ojos fijos, al otro Reino de la muerte
Nos recuerdan —si acaso—
No como almas perdidas y violentas
Sino, tan sólo, como hombres huecos,
Hombres rellenos de aserrín.

Versión de Jaime Augusto Shelley




THE HOLLOW MEN
1925

Mistah Kuriz – he dead
A penny for the Old Guy

I
We are the hollow men
We are the stuffed men
Leaning together
Headpiece filled with straw. Alas!
Our dried voices, when
We whisper together
Are quiet and meaningles
As wind in dry grass
Or rats’ feet over broken glass
In our dry cellar
Shape without form, shade without colour,
Paralysed force, gesture without motion;
Those who have crossed
With direct eyes, to death’s other Kingdom
Remember us-if at all-not as lost
Violent souls, but only
As the hollow men
The stuffed men.

Para leer todo el poema:




domingo, 12 de junio de 2016

LECTURAS RECOMENDADAS: "EL SENTIDO DE UN FINAL" JULIAN BARNES.





EL SENTIDO DE UN FINAL.
AUTOR: JULIAN BARNES
EDITORIAL ANAGRAMA (Colección Compactos), Barcelona, 2014.
TRADUCCIÓN: JAIME ZULAIKA



Tony Webster, desde la atalaya de la ya casi vejez, hace inventario de su vida y compara las tantas expectativas albergadas en la juventud con las sucesivas renuncias y concesiones, dando como resultado un balance anodino y gris.

“Ahora estoy jubilado. Tengo mi piso con mis pertenencias. Mantengo la relación con unos cuantos amigos de copas y tengo algunas amigas, platónicas, por supuesto…Soy miembro de la sociedad local de historia…”

¿Qué es lo nos lleva a ir renunciando al riesgo de luchar por nuestras genuinas aspiraciones? ¿Qué trampas evitamos sortear? ¿Qué falsas gratificaciones nos conducen a tempranas renuncias? ¿Qué esporádicas ilusiones nos hacen ir rindiéndonos a circunstancias que nos comprometen a conformar nuestra realidad de manera distinta a la soñada?

Divorciado, jubilado y con una hija con la que mantiene una buena relación al igual que con su ex mujer, el protagonista de la historia rememora en primera persona aquellos años, los sesenta, en la que un grupo de cuatro jóvenes compañeros de instituto establecen sólidos lazos de amistad y se conjuran para compartir sueños, experiencias, frustraciones, inquietudes…

Muchachos ávidos, osados, con una buena formación que les permite cuestionar la realidad impuesta, pero inexpertos e inmaduros en aquellos asuntos que tienen que ver con las relaciones con el otro sexo, iniciándose en el ritual de manera torpe y contradictoria.

Uno de los componentes del grupo, Adrián, un muchacho con una sobresaliente inteligencia y gran capacidad analítica que deslumbra a compañeros y profesores, y Verónica, la primera novia de Tony, una muchacha de compleja personalidad, serán dos personajes determinantes en el desarrollo de la trama. Hay vínculos que se establecen en un momento determinado de nuestras vidas que, aparentemente rotos, pueden marcar posteriormente nuestro propio destino.

Extrañamente, la madre de Verónica al morir deja en su testamento una cantidad de dinero y unos documentos para Tony, a pesar de los años transcurridos y sin que entre ellos hubiera mediado otra relación que un encuentro aislado cuando éste era novio de su hija. El documento es el diario Adrián, muerto en condiciones trágicas. La oposición de Verónica a entregárselo a Tony y el porqué de esa negativa será el factor determinante en la conclusión de la historia.

Y resonando en la memoria las palabras de Tony Webster:
¿Qué sabía yo de la vida, yo que la había vivido con tanto cuidado? ¿Yo que no había ganado ni perdido, sino que me había conformado con dejarme vivir? ¿Que tenía las ambiciones habituales y que me resigné con demasiada rapidez a que no se realizaran?...



viernes, 10 de junio de 2016

POEMAS PROPIOS (7) MEMORIAS

MEMORIAS

Apenas sí una hebra,
una hilacha que evite
que el pasado se borre.
Una apenas puntada
que hilvane la memoria
y no olvidemos.
Porque el olvido
nos deja a la intemperie,
evapora las pistas,
nos pone boca abajo,
nos congela la sangre,
nos destruye.


Del poemario inédito: “Instinto”


GRANDES POETAS (5) ROBERTO JUARROZ.

ROBERTO JUARROZ. ARGENTINA. 1925-1995


POESÍA VERTICAL.

Hay que caer y no se puede elegir dónde.
Pero hay cierta forma del viento en los cabellos,
cierta pausa del golpe,
cierta esquina del brazo
que podemos torcer mientras caemos.
Es tan sólo el extremo de un signo,
la punta sin pensar de un pensamiento.
Pero basta para evitar el fondo avaro de unas manos
y la miseria azul de un Dios desierto.
Se trata de doblar algo más que una coma
en un texto que no podemos corregir.

Para escuchar en la voz del autor:


Para leer más:



jueves, 9 de junio de 2016

ENTREVISTA A RAÚL ZURITA.





ENTREVISTA A RAÚL ZURITA, CHILE, 1950 (FRAGMENTO)

POR HÉCTOR SOTO. Revista PAULA, Noviembre de 1994

LA PALABRA EN ESTADO SALVAJE


LA POESÍA Y SUS MISTERIOS


¿Qué tan incierto o imprevisible es escribir poesía?

Emprender un poema o un párrafo es algo muy misterioso. A mí me aburre escribir artículos o ensayos, si bien me he visto haciéndolos. Y me aburre porque sé lo que va a pasar, por muy seductor que sea el encantamiento de las palabras. En el artículo sé adónde debo ir y qué tiene que ser. En la poesía, en cambio, no tenemos la menor idea hacia dónde vamos. Cada palabra es una lucha contra las tinieblas y contra el silencio que sofoca. La poesía es lucha, es un permanente y dramático arrancar palabras desde el vacío, donde cada palabra va remitiendo trabajosamente a otra. Cuando tú sientes que el poema está terminado, experimentas una sensación de genuino asombro, porque nunca supiste cómo y dónde iba a terminar. Después, como en la reconstrucción de los sueños, le podrás dar un orden y descubrir su causalidad. Pero la creación misma es ingobernable y misteriosa, frente a la cual lo único que le cabe al poeta es mantener una cierta disposición. Yo la mantuve, y con mucha perseverancia. Hubo muchas veces en que, sentado a escribir desde las 6 de la tarde, me iba a acostar a las 7 de la mañana sin haber logrado nada.

¿El poeta tiene que negarse a sí mismo?

Al final, en cierto sentido sí. En último término la mala poesía es mala porque casi siempre quien la escribió impuso su voluntad y sus deseos, que siempre son inferiores al misterio de la creación pura, que es más amplia, más vasta. Es cierto eso de que con buenos sentimientos y la racionalidad que se le quiera imprimir al poema son muy poca cosa en relación a las fuerzas que el poeta puede liberar y que él ni siquiera puede sospechar. Esta dosis de descontrol absoluto finalmente está en todo gran arte. El arte es mucho más que la expresión de los sentimientos, aun cuando dentro de su vastedad también esté incluida la expresión de los sentimientos y emociones.

Para leer la entrevista completa:



martes, 7 de junio de 2016

POEMAS PROPIOS (6) UNA PALABRA…

UNA PALABRA…


Buscar una palabra
que tenga la virtud
de convocar otras palabras.

Una palabra así,
que se organice
con otras y hagan células.

Y que en lo oscuro
cuando todos duermen
logren romper el cerco.

Y una brecha de luz
le dé un sentido
al corazón frustrado.

Y que de un cuerpo anónimo
por su lado más débil
irrumpa liberada una paloma.

Y tiemblen los guardianes
del canon que regula
el camino a seguir.

Y sea posible entonces
al alzar la cabeza
hacer frente a la vida.

Del poemario inédito: “Instinto”


Imagen: Edvard Munch.


domingo, 5 de junio de 2016

GRANDES POETAS (4) ROSARIO CASTELLANOS.

GRANDES POETAS (4) ROSARIO CASTELLANOS.


ROSARIO CASTELLANOS. MÉXICO. 1925-1974

AGONÍA FUERA DEL MURO

Del poemario “Lívida luz”.


Miro las herramientas,
el mundo que los hombres hacen, donde se afanan,
sudan, paren, cohabitan.

El cuerpo de los hombres prensado por los días,
su noche de ronquido y de zarpazo
y las encrucijadas en que se reconocen.

Hay ceguera y el hambre los alumbra
y la necesidad, más dura que metales.
Sin orgullo (¿qué es el orgullo? ¿Una vértebra
que todavía la especie no produce?)

Los hombres roban, mienten,
como animal de presa olfatean, devoran
y disputan a otro la carroña.

Y cuando bailan, cuando se deslizan
o cuando burlan una ley o cuando
se envilecen, sonríen,
entornan levemente los párpados, contemplan
el vacío que se abre en sus entrañas
y se entregan a un éxtasis vegetal, inhumano.

Yo soy de alguna orilla, de otra parte,
soy de los que no saben ni arrebatar ni dar,
gente a quien compartir es imposible.

No te acerques a mí, hombre que haces el mundo,
déjame, no es preciso que me mates.
Yo soy de los que mueren solos, de los que mueren
de algo peor que vergüenza.
Yo muero de mirarte y no entender.

Para leer más:






POEMAS PROPIOS (5) ALBAS DE FEDERICO

POEMAS PROPIOS (5) ALBAS DE FEDERICO



 ALBAS DE FEDERICO


Granada estuvo de ti,
de ti estuvo el rey de Harlem,
de ti el yunque y el rocío,
de ti un toro ingles arriba,
el verde estuvo de ti.

El ritmo estuvo de ti,
de ti la noche sin luna,
la fragua, cinco gitanos,
una fuente ancha de hombros,
una hora en punto de ti.

De ti brotaron las alas,
sudor y sangre de ti,
de ti la estrella más fiel,
de ti la rosa sin nombre,
el grito estuvo de ti.

De ti para que nacieras,
el mar estuvo de ti,
de ti las mil mariposas,
de ti el duende y el misterio,
la clorofila de ti.

Granada estuvo de ti,
de tu mirada infalible,
de tus manos transparentes,
de tu quinto día de junio,
el mundo entero de ti.


Imagen: Dibujo de Lorca.



sábado, 4 de junio de 2016

POEMAS PROPIOS (4) HIPÓTESIS

POEMAS PROPIOS (4) HIPÓTESIS


HIPÓTESIS

¿Cuál fue el primer secreto
que un  miembro de la especie,
temiendo ser tachado
de loco por los brujos,
guardó toda su vida?

¿Acaso fue, quién sabe,
 que en un amanecer esplendoroso
miró por la costumbre
y vio que tras la lluvia
crecía la cebada?

¿O en plena tempestad,
mientras corría
en busca de refugio,
asoció en la memoria
el peligro y el rayo?

¿O fue que muy de noche
allá en la selva,
sintiéndose perdido,
pensó que iba a morirse
y recordó a su amante?


Del poemario inédito: “Instinto”


Imagen: Zhang Daqian.