domingo, 7 de agosto de 2016

LECTURAS RECOMENDADAS: EL TREN DELANTERO. EMILIO GONZÁLEZ DÉNIZ.





EL TREN DELANTERO

EMILIO GONZÁLEZ DÉNIZ

ATTK Editores, 2016

Un detective privado, Ernesto Cruz, sospecha de Vesta Laserre, mujer de un importante hombre de negocios muerto repentinamente, y la somete a un interrogatorio en el que se van desvelando las claves de esta nueva novela de Emilio González Déniz.

-De acuerdo, señor Cruz; dígame qué desea exactamente, porque quiero terminar con todo esto lo antes posible, ya tengo en estos días demasiado lío legal como para estar pendiente de las pesquisas de un detective privado.

Con el estilo fluido y “creíble” que lo caracteriza, el autor estructura la historia en relatos de una supuesta escritora de novelas eróticas, Madame Palaurde, que se van intercalando sucesivamente con otros en los que, en diálogo con el detective, Vesta va aludiendo a sus propias experiencias eróticas.

Una narración que se lee como un homenaje al cine negro clásico. Constantes son las alusiones a la pareja cinematográfica Bogart-Lacall,  Lana Turner, y otras leyendas que protagonizaron algunas de las más celebradas películas del género, y en las que la carga de erotismo que las caracteriza es uno de los elementos destacables:

…Y ahora exhibe ese aire de sabueso desvencijado, creo que tratando de seducir a una joven, como en uno los relatos que he traducido de Madame Palourde homenajeando a la pareja Bogart-Bacall.

Vesta Laserre trabaja como traductora en una editorial perteneciente a un amigo de su marido, Ricardo Estepa, por quien ella se siente enormemente atraída, y no acepta que su jefe la rechace debido al vínculo que había tenido con la madre de la protagonista y a la amistad con su marido Arturo. Ha conseguido una exclusiva para traducir a la autora francesa cuyas novelas están jalonadas de un erotismo desbordante.

La sucesión de historias intercaladas en las que no resulta a veces sencillo distinguir quién es la autora, si Vesta, que también escribe sus propias experiencias eróticas aunque no las publica porque a su marido, ahora muerto, no le parecía adecuado, o la autora francesa a la que traduce, mantiene ese aire de intriga y alude a algunas películas como 9 semanas y media , L.A. Confidential, y directores del género como Bigas Lunas, que se han convertido en iconos del género.

Algunas de estas historias resultan realmente excepcionales: entre ellas “El tren delantero” ambientada en África y que resultará decisiva para el inesperado desenlace de la trama. Yo soy “la divina”, un homenaje, lleno de ternura y admiración, a la genial Greta Garbo; Una losa de dos toneladas, no exenta como casi toda la novela de un cierto toque humorístico, en la que uno de los protagonistas lamenta, acuciado por el deseo de hacer el amor con su compañera, perderse ver en directo por televisión ese momento histórico en el que con el dictador se entierra también uno de los pasajes más siniestros de la historia de este país; Las fronteras de la muerte, una historia excepcionalmente bien narrada en la que un anciano general descubre el acontecimiento del amor por una muchacha en un contexto nada propicio.

El tren delantero constituye una muestra más del buen quehacer literario de uno de nuestros más reputados narradores contemporáneos. Una demostración también de que en el terreno de la creación literaria, como de la creación artística en general, todos los temas pueden ser tratados, a condición de que lo que prime sean el oficio y el talento.