MEDIDA
Sobrarle, excepto corazón, no le sobraba nada.
Ni un poquito de llanto le sobraba,
ni un ápice de tiempo le sobraba,
ni pizca le sobraba de aventuras,
ni un segundo de vida le sobraba,
ni tierras misteriosas, ni horizontes,
ni nubes de cristal, ni enredaderas,
ni lunas en el pecho le sobraban,
ni un átomo de lluvia, ni una rosa,
ni apenas le sobraba algún crepúsculo,
ni apenas una rama de algún árbol,
ni apenas un asombro, ni nieve, ni un latido,
ni espacio en la memoria le sobraba,
ni el ansia de volar, ni un solo anhelo.
Excepto corazón, a ella sobrarle
ni por asomo le sobraba nada.
Del poemario inédito: Voces.
Imagen: Robert Demachy.