viernes, 22 de marzo de 2019

ALGUNOS POEMAS DEL LIBRO: OASIS. 2014.






















ALGUNOS POEMAS DEL LIBRO: OASIS. 2014.



SIN TI

Yo sin ti no me apago,
no me dejo en la sombra,
no agonizo de pena,
no me pongo imposible,
no renuncio a la vida,
no amenazo con nada.
Ni me ovillo en rincones,
ni me siento perdido,
ni me saco los ojos,
ni lamento mi suerte.
Yo sin ti no me aburro:
simplemente me muero.




BOLERO

Si otra vez al destierro nos condena la vida
y se rompen las puentes y se queman las naves,
yo ya sé que tú sabes que el volar de las aves
está siempre al acecho de una piedra perdida.
Que los lazos nacidos en amor no se olvidan
aunque el nudo nos deje en el alma una herida
y se torne candado y se cierre con llave.
Si otra vez al destierro, yo ya sé que tú sabes.




SECRETO

Aunque no se me vea ni tan siquiera un ojo,
ni tan siquiera sombras, ni el pelo, ni la frente,
aquí en este poema yo estoy cruzando un río
desnudo y sin más peso que el peso de mi cuerpo.

Aunque no se le vea ni tan siquiera un brazo,
mucho menos los pechos jugando con las olas,
aquí en este poema una mujer desnuda
sin más peso que el aire me espera en la otra orilla.

Aunque no se nos vean las manos enlazadas,
justo aquí en esta estrofa, volcados en la hierba,
estamos consumiéndonos sin más peso que el gozo.
Ocurre que este verso lo cruza un colibrí.

Al fondo, imperceptible, el mar, desdibujado,
y arriba a la derecha el blanco de las nubes.




TRANSACCIÓN

Yo primero le ofrezco 27 poemas,
todos nuevos y escritos con el alma en la mano.
Usted va y los mastica a luz de la luna
y yo cojo y la beso largamente en la boca.
Si después se arrepiente negociamos de nuevo
que yo puedo ofrecerle hasta 30 seguro.
Eso sí, ya la boca se me queda pequeña.




UN POEMA PERFECTO

Yo le quise escribir
un poema perfecto
a tus ojos de trigo.
¡Qué cabeza la mía!

No advertí que tus ojos
destilaban la esencia
del vocablo imposible.

Unicornio soñado
en los bosques salvajes
de las noches de luna.
¡Qué cabeza la mía!

El poema perfecto
tenía sede y refugio
en tu misma mirada.
¡Qué cabeza la mía!




NO TE VAYAS

No te vayas,
si me rompo
no te vayas.

No te vayas
si me pierdo,
no te vayas.

No te vayas
si de oscuro,
no te vayas.

No te vayas
si me apago,
no te vayas.

Si me ovillo
no te vayas,
no te vayas.

Si de pena
no te vayas,
no te vayas.

No te vayas
si imposible,
no te vayas.

No te vayas
todavía
que estoy
buscando
los ojos.

Si te marchas
seguro
que me hago nieve.







lunes, 4 de marzo de 2019

ALGUNOS POEMAS DEL LIBRO: EL HOMBRE DE SALITRE Y OTROS POEMAS.






















ALGUNOS POEMAS DEL LIBRO: EL HOMBRE DE SALITRE Y OTROS POEMAS. HUERGA &FIERRO. (2000)


EL HOMBRE DE SALITRE

I

En esta isla desértica
dunas díscolas visten
un embarazo verde, deseado.
Es más tierna la tarde.
Las nubes se amontonan
en un punto impreciso
donde ponen bufanda a las montañas
y los alisios dejan posdata entre las cumbres.
El hombre de salitre en lo más hondo
siente que acaso el mar tendrá consuelo.


II

Siente que acaso el mar tendrá consuelo
y el hombre de salitre lo celebra.
Abre los ojos, le llueven peces de colores,
barcos que ya no son, redes caducas,
cadáveres que el agua ha conservado.
Extiende el brazo, cura las heridas,
interpreta las señales del sol
y compadece el torso de las olas
sobre el que se cimbrean
ateridos delfines.


III

 Ateridos delfines
se cimbrean en tablas especiales
traídas por modernos invasores
que vinieron un día desmesurado
a poner muros  entre el cielo y los ojos,
cemento a las montañas,
hendiduras al mar,
cerco a los peces.
El mar enfurecido abandonó la orilla
y se hizo fuerte detrás del horizonte.


IV

Y se hizo fuerte detrás del horizonte
con la firme promesa de ya no regresar
hasta que los corales recobraran su brillo.
Peces agonizando en las orillas,
gaviotas mutiladas, velas rotas,
invocaron al hombre de salitre.
El hombre de salitre bajó de la montaña,
en las trincheras vio para su asombro:
sueños a medio hacer,
barcos sin rumbo, islas que nunca fueron,
volcanes ya rendidos en el barro,
memorias remotísimas,
dolor a manos llenas, pisadas ancestrales...

V

El hombre de salitre fue al encuentro del mar.
Habló la caracola:
el mar pedía aire limpio, la luz que siempre tuvo,
demolición gradual de las murallas,
la vuelta de las dunas,
aire para los peces.
El hombre de salitre firmó con la promesa
de no bajar ya más desde las cumbres
si incumplía lo pactado.

VI

Volvió el mar a la orilla.
El hombre de salitre ya nunca volvió al mar.
A veces lo visitan las gaviotas,
se posan a su lado y le refieren
penas que dignamente el mar arrastra.
El hombre de salitre escucha, calla, llora...
Lágrimas que de noche expande el viento.




DE TODOS SUS POSIBLES ENEMIGOS,
a ninguno temía como a su sombra:
el lado más oscuro.


FOLD-IN

Ha William Burroughs
autor desnudo del almuerzo
muerto.


INVENCIÓN DE LA ESCRITURA

Dejemos, dioses, el pacto rubricado:
garanticen el sol y las crecidas.
Nosotros cumpliremos sus caprichos.


LA CASA VIEJA

Me vende dueño desaprensivo, ingrato.
Por favor, no me compren,
quiero vivir tranquila
el tiempo que me quede.


AMORES LEJANOS

Podada la palmera, el hombre la acaricia
quitando lentamente las virutas.
Me acordé de la tarde en que éramos muy jóvenes
y yo te acariciaba suavemente los pechos.

PRESENTIMIENTO

Si me faltara el aire y no pudiera
seguir el corazón empecinado
en dar vueltas y brincos y latidos,
¿tú crees que habré dejado algún recuerdo?
Y si es así, ¿en qué ojos?
Y tú, ¿cómo lo sabes?