LA COSTA DE LOS AUSENTES
AUTOR: SANTIAGO GIL
MERCURIO EDITORIAL, MADRID 2016
Una mujer, todavía joven, regresa
a su pueblo para asistir al funeral de su madre. Busca la paz interior,
busca una cierta tranquilidad de
espíritu que la reconcilie consigo misma, busca en un pueblecito de la isla de
Lanzarote, Famara, un aislamiento que le permita retomar las riendas de su
vida.
Diversos contratiempos
personales, que no desvelaremos aquí, la llevan a reconsiderar el sentido de su
existencia, a la necesidad de hacer balance y tomar impulso para seguir.
El lugar escogido parece idóneo para su propósito. En Famara conoce a algunas personas que están también, de algún modo, intentando lograr una cierta armonía en sus vidas.
Cuando parece que su
proceso de reflexión y encuentro con sus raíces comienza a dar frutos, un
suceso inesperado, un hecho imprevisto e imprevisible, la lleva a los límites
del dolor y el sufrimiento. A la desolación más absoluta.
Regresa a su isla de
origen, Gran Canaria, a su pueblo, Agaete. Poco a poco, su vida parece empezar
a recobrar algún sentido.
“Ya no pasaba tanto tiempo cerca del mar ni estaba todo el rato
pensando en sus muertos”
Establece una relación
sentimental con un vecino del pueblo, Suso; pero su implicación en la defensa de unos chicos
inmigrantes para los que trata de crear unas condiciones de vida adecuadas, le
acarrearán problemas graves con los poderes fácticos del pueblo dedicados a la
especulación urbanística y cuyos planes chocarán con las pretensiones de la
protagonista.
“Nieves estuvo casi dos días sin salir del hospital…le dijo a Suso que
le buscaría el mejor cirujano plástico del mundo…”
Se ve obligada a
marcharse de las islas e intentar un nuevo comienzo. Un nuevo intento, otra
batalla contra las siempre azarosas curvas del destino tras las que a un cierto
estado de calma sucede algún hecho que vuelve a poner la vida boca abajo.
Nieves rompe todos sus vínculos con las islas.
Se marcha a Madrid
donde decide comenzar a escribir.
“No tenía ninguna
pretensión literaria. Necesitaba contarse para entenderse”
Nuevos avatares la
llevan hasta Irlanda donde aparentemente podrá hacer un nuevo intento de
rehacer su vida.
Cuando la historia
parece llegar a su fin, empieza en realidad la parte que, desde nuestro punto
de vista, constituye lo mejor de la “Costa de los ausentes”. La parte donde el
autor hace gala de unos excelentes recursos literarios y una desbordante
imaginación.
Diferentes posibles
finales se suceden y adquiere relevancia el personaje de Alfredo Maciel, un
famoso escritor que es acusado de plagio y ve cómo su vida transcurre a partir
de entonces por caminos insospechados.