miércoles, 29 de junio de 2016

LECTURAS RECOMENDADAS: NO HAIKU. JOSÉ MARÍA MILLARES SALL.




NO- HAIKU

JOSÉ MARÍA MILLARES SALL
 CALAMBUR, 2014

No-Haiku es un poemario exquisito en el que el mecanismo de imagen-palabra-imagen constituye un eje vertebrador que, sin solución de continuidad, nos transporta magistralmente por el mundo interior y exterior del poeta. Es asimismo, una muestra más de una de las cualidades sobresalientes de José María Millares: su versatilidad.

Tal y como él mismo confiesa en el prólogo al libro Cuadernos, hay un momento en su proceso creativo, en el que decide:… “escribir como quería, o como me daba la gana, sin pensar si lo que hacía era o no del gusto del lector. Y fue así como comencé a llevar a la práctica lo que ahora escribo /…/ escritura anárquica que, a veces sin buscarlo, hace uso de lo esperpéntico, de lo onírico, del surrealismo, si bien mi poesía es básicamente existencial.”

El autor de Liverpool, parece sentirse así liberado de todo estereotipo, de todo condicionante externo, de toda sujeción que no sea la que sus propias necesidades creativas vaya dictándole.

NO-HAIKU

No-Haiku es, como decía arriba, una demostración palpable de la incesante búsqueda de cauces por donde hacer transcurrir todo su caudal poético. También de la maestría alcanzada por José María Millares. En este excelente poemario destacamos tres procesos que se suceden: percepción, reflexión y elaboración.

La percepción del propio ser humano: sus emociones, su presencia en la ausencia, su recuerdo, su sombra que se extiende y se detiene, los ojos que se abren y se cierran, su tacto, su sabor; percepción del mundo animal: pájaros: su belleza, su canto, su mudez, su vuelo; serpientes, su inquietante zigzagueo; pulpos de alas negras, gatos tuertos, lobos blancos; percepción de la naturaleza: camino que grita, ola que rueda, viñas dormidas, viento oculto; percepción del paso del tiempo: sus estragos, su fugacidad…Nada escapa a la mirada del poeta, nada a su imaginación, nada a su asombro, nada a su sensibilidad, nada a su arte.

La reflexión sobre el sentido de la vida, el espacio que nos conforma, el recuerdo del otro que nos habita, que nos acompaña; la palabra, testigo que deja rastro de nuestra presencia, la unidad y lucha de los contrarios: luz y sombra, pasado y presente, presencia y ausencia, realidad y deseo, celebración y duelo, vida y muerte, oponiéndose, complementándose, enriqueciéndose en una síntesis fecunda.

La elaboración magistral de lo percibido. El dominio de la forma y sus variantes: el uso intencionado del punto y seguido en mitad del verso, la pausa obligada, el uso de la rima tanto asonante como consonante, la música versal acompasada y condensada, la ausencia de signos en otros poemas, la prolongación de la imagen. Siempre con la misma medida pero marcando distintos tonos. Toda una lección de artesanía poética.

Un apasionante recorrido hacia el exterior, fundiéndose en él; y hacía el interior, conjeturando, fijando sensaciones, sentimientos. Si la poesía sólo puede definirse a través de los poemas en los que se refleja, No-Haiku es un ejemplo excelente de definición poética en su plasmación más lograda.

…Y sobre la última agonía de las aguas está flotando mi corazón,
señores, mi corazón.

Traigo a colación estos versos del poemario Liverpool porque, como si de un certificado de autenticidad se tratara, tantos años más tarde, en No-Haiku el corazón del poeta sigue flotando y su latido se escucha con una intensidad inusitada.