CRISTOBAL DEL HOYO (1667-1762)
AL PICO DEL TEIDE, EN DICIEMBRE DE 1732
EN QUE SALIÓ EL MARQUÉS DE STA. CRUZ.
¡Oh, cuan distinto, hermoso Teide helado,
te veo y vi, me ves ahora y viste!
Cubierto en risa estás cuando yo triste,
y cuando estaba alegre, tú abrasado.
Tú mudas galas como el tiempo airado,
mi pecho a las mudanzas se resiste,
yo me voy, tú te quedas, y consiste
tu gloria en esto y la crueldad de mi hado.
Dichoso tú, pues mudas por instantes
los afectos! ¡Oh quién hacer pudiera
que fuéramos en esto semejantes!
Para ti llegará la primavera
y a ser otoño volverás como antes,
mas yo no seré ya la que antes era.
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