MEMORIAS
Mi madre guarda memoria de las cosas.
Guarda memoria de las cosas que ocurrieron
y también de las cosas que no ocurrieron
y de las cosas que podrían ocurrir.
Y por las noches las recuerda antes de dormirse.
Las recuerda como si estuvieran sucediéndole
en ese mismo instante en que ella las rescata,
en ese mismo instante en el que enciende una vela.
Primero recuerda las cosas que sucedieron
y a veces se le hace un charquito junto a la almohada
y a veces no se sabe si la luz surge de la vela que encendió
o es la luz de sus ojos cuando ella era muy joven.
Después pasa su tiempo recordando
las cosas que nunca sucedieron de verdad
pero que ella recuerda con inquietud
y reza por ellas porque no tuvieron la oportunidad de
suceder.
Después se pone de lado y recuerda las cosas que acaso
ocurrirán
y va haciendo montoncitos con las cosas buenas
y se los guarda con cuidado entre los pechos
para que no se les vayan a olvidar cuando despierte.
Y hace otro montoncito con las cosas malas
que no se sabe si ocurrirán o no
y les prende fuego con la llama de la vela
hasta que quedan reducidas a ceniza.
Después ya se deja vencer por el sueño
aunque un ojo permanece expectante
por si algunas de las cosas malas ocurren
y la cogen a ella dormitando en el limbo.
Del poemario inédito: “Voces”
Imagen: William Balfour Ker.