Y ELLA TAN LINDA…
Uno tras otro iban cayendo como una noche interminable,
como una plaga, a tiro limpio, a manotazos, a mordidas,
como un augurio, una vendetta, uno tras otro iban cayendo.
Y ella tan linda, tan coraje, tan recogiendo pedacitos,
tan sin resuello, tan airosa, tan remendando corazones,
tan en los límites, tan terca, tan frente a frente, tan
osada.
Ella y su tropa rediviva dando puntadas en las sombras,
de labio a labio, de memoria, de sangre a sangre uno tras
otro,
hasta romperle el alma al muro de la miseria y traspasarlo.
Y ella tan linda, tan coraje, tan recogiendo pedacitos,
tan palmo a palmo, boca a boca, tan con las uñas y los
dientes,
hasta la cumbre, hasta hilvanarle una bufanda a la tristeza.
Uno tras otro rescatados de sinsabores y migajas
y ella tan linda, tan coraje, tan en sus treces, tan de
luna,
tan ovillando y ovillándose hasta partirle el alma al miedo.
Imagen: Antonio Berni.