EAVAN BOLAND- IRLANDA. 1944
CUARENTENA
En la peor hora de la peor estación
del peor año de todo un pueblo
un hombre sale de su taller con su esposa,
él caminaba - ambos caminaban - hacia el norte.
Ella estaba enferma por la fiebre del hambre y no podía
mantenerse en pie.
Él la levantó y se la echó a la espalda.
Él caminaba hacia el oeste, hacia el oeste y hacia el norte.
Hasta que al anochecer llegaron bajo las heladas estrellas.
Por la mañana fueron encontrados muertos.
De frío. De hambre. De las toxinas de toda una historia.
Pero los pies de ella se mantenían contra el pecho de él.
El último calor de su carne fue su último regalo para ella.
No dejes que ningún poema de amor llegue a este umbral.
No hay lugar aquí para la alabanza inexacta
de la gracia fácil y de la sensualidad del cuerpo.
Sólo hay tiempo para este despiadado inventario:
Su muerte juntos en el invierno de 1847.
También lo que sufrieron. Cómo vivieron.
Y qué hay entre un hombre y una mujer.
Y en qué oscuridad se puede demostrar mejor.
In the
worst hour of the worst season
of the
worst year of a whole people
a man set
out from the workhouse with his wife.
He was
walking – they were both walking – north.
She was
sick with famine fever and could not keep up.
He lifted
her and put her on his back.
He walked
like that west and west and north.
Until at
nightfall under freezing stars they arrived.
In the
morning they were both found dead.
Of cold. Of
hunger. Of the toxins of a whole history.
But her
feet were held against his breastbone.
The last
heat of his flesh was his last gift to her.
Let no love
poem ever come to this threshold.
There is no
place here for the inexact
praise of
the easy graces and sensuality of the body.
There is
only time for this merciless inventory:
Their death
together in the winter of 1847.
Also what
they suffered. How they lived.
And what
there is between a man and woman.
And in
which darkness it can best be proved.
No hay comentarios:
Publicar un comentario