LA INQUILINA
Cómo iba yo a saber
que habías optado
por habitar insomne
ovillada en la curva
al sur de mi memoria.
Lo supe porque en sueños
te vi que descendías
callada por la frente
para quedarte inmóvil
tendida allí a mi lado
diciéndome al oído.
Y porque al despertar
en plena madrugada
corrías a tu refugio
para que no pudiera
descubrir que los ojos
se te andaban lloviendo.
Imagen: Valeria Corvino.
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