lunes, 29 de agosto de 2016

POEMAS PROPIOS (25) MUJER ACURRUCADA EN UNA ESQUINA.

MUJER ACURRUCADA EN LA ESQUINA

Era la emperatriz de las palomas mensajeras
por eso es que habitaba las esquinas.
Porque en cualquier momento
en mitad de la noche, incluso si nevaba,
incluso si ya el frío se hacía insoportable,
podía una paloma llegar hasta sus manos
con el aviso urgente de que algo iba a ocurrir:
tal vez un vendaval o un cataclismo,
tal vez el mar rompiéndose,
tal vez una matanza en la frontera,
tal vez el hambre que venía de lejos.
Por eso es que ella se acurrucaba en las esquinas
siempre atenta al movimiento de las nubes,
siempre mirando con el rabillo del ojo,
no fuera a ser que apareciera una paloma
con un mensaje urgente entre las alas
y cogiera desprevenido a todo el mundo.

Del poemario inédito: “Voces”

Imagen: Picasso.



domingo, 28 de agosto de 2016

SOBRE LA POESÍA (4) CITAS.

SOBRE LA POESÍA. (4) CITAS.

Leer un poema es oírlo con los ojos; oírlo, es verlo con los oídos.
Octavio Paz.


Un poema nunca se termina. Simplemente, se abandona.
Paul Valery.


La poesía es un eco, invitando a bailar a una sombra.
Carl Sandburg.


La autobiografía de un poeta son sus poemas. Cualquier otra cosa son notas a pie de página.

Yevgeny Yevtushenko

Los cisnes cantan antes de morir. No estaría mal que algunas personas murieran antes de cantar.
S.T.Coleridge

GRANDES POETAS (20) ALFONSINA STORNI. "TÚ ME QUIERES BLANCA"

ALFONSINA STORNI. ARGENTINA. 1892-1938


TÚ ME QUIERES BLANCA


Tú me quieres alba,
Me quieres de espumas,
Me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada

Ni un rayo de luna
Filtrado me haya.
Ni una margarita
Se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
Tú me quieres blanca,
Tú me quieres alba.

Tú que hubiste todas
Las copas a mano,
De frutos y mieles
Los labios morados.
Tú que en el banquete
Cubierto de pámpanos
Dejaste las carnes
Festejando a Baco.
Tú que en los jardines
Negros del Engaño
Vestido de rojo
Corriste al Estrago.

Tú que el esqueleto
Conservas intacto
No sé todavía
Por cuáles milagros,
Me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
Me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡Me pretendes alba!

Huye hacia los bosques,
Vete a la montaña;
Límpiate la boca;
Vive en las cabañas;
Toca con las manos
La tierra mojada;
Alimenta el cuerpo
Con raíz amarga;
Bebe de las rocas;
Duerme sobre escarcha;
Renueva tejidos
Con salitre y agua;
Habla con los pájaros
Y lévate al alba.
Y cuando las carnes
Te sean tornadas,
Y cuando hayas puesto
En ellas el alma
Que por las alcobas
Se quedó enredada,
Entonces, buen hombre,
Preténdeme blanca,
Preténdeme nívea,
Preténdeme casta.

Biografía de la autora:

Más poemas de la autora:



jueves, 25 de agosto de 2016

POEMAS PROPIOS (24) EVOCACIÓN DE BORGES.

EVOCACIÓN DE BORGES


Sin que nadie lo turbe o desconcierte,
bañado el rostro en luz está evocando
a un general que pasa cabalgando
para resuelto desafiar la muerte.

O piensa en el rabí que quiso un día
dar forma y consistencia a lo sagrado
para acabar al fin desconsolado
tras los barrotes de una celosía.

O evoca sin mostrar de asombro mueca
la extraña e imprevisible circunstancia
de dos ciegos firmando en una instancia
ser los custodios de una biblioteca.

O recuerda una calle del poniente
que no volverá nunca a recorrer,
un libro que jamás podrá leer,
una memoria que eclipsó la mente.

O siente el infortunio de no ser
de entre todos los hombres que había sido
aquel en cuyo abrazo estremecido
había desfallecido una mujer.

Fechas, batallas, signos, inscripciones,
cielos, infiernos, limbos, purgatorios,
ruinas, augurios, ritos, promontorios,
tropas, escuadras, huestes y legiones.

En un combate en el que nadie vence,
en una guerra donde nadie gana,
una mano invisible que desgrana
el destino fatal del amanuense.


Del poemario inédito: “Homenaje”


miércoles, 24 de agosto de 2016

GRANDES POETAS (19) CÉSAR VALLEJO. "LOS HERALDOS NEGROS"

CÉSAR VALLEJO (PERÚ, 1892-PARIS, 1938)

LOS HERALDOS NEGROS (1918)


LOS HERALDOS NEGROS

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!

Para leer más poemas del autor:

Para bajar las obras completas de César Vallejo:

El Che Guevara recita “Los heraldos negros”


lunes, 22 de agosto de 2016

SOBRE LA POESÍA (3) POESÍA Y CREACIÓN. ROBERTO JUARROZ.



SOBRE POESÍA (3)

ROBERTO JUARROZ: POESÍA Y CREACIÓN. DIÁLOGOS CON GUILLERMO BOIDO. (FRAGMENTO)

Quizá podamos iniciar esta conversación rescatando algunos rasgos fundamentales de lo que llamamos poesía moderna, desde la perspectiva de su óptica personal. En primer lugar: ¿es posible definir la poesía?

—Hay en la tradición del budismo Zen una anécdota, atribuida a Basho, con la que tal vez pueda contestar su pregunta. He estado explicando Zen toda mi vida, confesó una vez Basho, y, sin embargo, nunca he podido comprenderlo. Pero, dijo su interlocutor, ¿cómo puede usted explicar algo que no entiende? Oh, exclamó Basho, ¿también tengo que explicarle eso?

Definir la poesía es una imposibilidad, una utopía, algo que no puede hacerse. Yo preguntaría: ¿se puede definir la vida? ¿Se puede definir la muerte, la música, el amor? Sueño de una definición. 

Quizás esto le hizo decir a Novalis que la crítica de la poesía es un absurdo. No en vano, en el siglo XVIII el padre Feijóo, al referirse a la poesía, hablaba de ese no sé qué. Y no hace mucho Pedro Salinas decía: Todo comentario a una poesía se refiere a elementos circundantes a ella: estilo, lenguaje, sentimientos, aspiraciones, pero no a la poesía misma.

 La poesía es una aventura hacia lo absoluto. Es decir: la explicación de lo que no se comprende —en este caso, la poesía— sólo es posible por un único camino, la creación.


La creación sólo es explicable por la creación, así como el amor sólo es explicable o comprensible o ubicable por el amor. Basho vivía el Zen, lo creaba diariamente, se creaba en esa dimensión del espíritu en busca de lo absoluto. Y hay algo que los textos no señalan, pero que nosotros sabemos: Basho era, también, uno de los más grandes poetas de su tiempo. La única manera de recibir una creación, escribí alguna vez, es crearla de nuevo. Tal vez, crearse con ella.

POEMAS PROPIOS (23) AÑORANZA.

AÑORANZA

Más que a nada en el mundo añoraba la lluvia,
como si la lluvia fuera el heraldo de un deseo cumplido,
como si el advenimiento de la lluvia fuera confirmación,
aviso irrefutable de que algo bueno iba a ocurrir.

Ella era capaz de presentir la lluvia
porque le brotaban ramas de cerezos en las manos,
el olor inconfundible de las hojas de los cerezos en las manos,
el intenso color rojo del fruto de los cerezos en las manos.

Y salía descalza a fundirse con la lluvia,
como si la lluvia fuera el tan ansiado amante,
como si el amante se resbalara por su cuerpo,
como si una explosión de júbilo le creciera en la venas.

Y le nacían océanos abriéndose camino por los hombros,
lagos de una belleza extraordinaria bajando por los muslos,
mares con una fuerza incontenible bogando hacia la costa,
como si la lluvia fuera el punto culminante de la vida.

Ella presentía la lluvia
porque irrumpía espontánea la hierba por sus pechos,
toda la humedad de la hierba en sus pechos,
el excitante roce de la hierba en sus pechos.

Ella presentía la lluvia,
porque la lluvia se le desataba en la mitad de un éxtasis,
como una bendición, como el anuncio de la fertilidad
sobre las alas un paloma azul con una brizna de romero en el pico.

Ella era capaz de presentir la lluvia,
por eso es que salía descalza a celebrar su acontecer,
incluso antes de que la lluvia se hiciera presente,
incluso antes de que se fueran conformando las nubes.


Del poemario inédito: “Voces”


Imagen: Vincent van Gogh


sábado, 20 de agosto de 2016

LECTURAS RECOMENDADAS: LOS PERROS NEGROS. IAN MCEWAN.



"LOS PERROS NEGROS"

AUTOR: IAN MCEWAN

EDITORIAL ANAGRAMA

TRADUCCIÓN: MARIBEL DE JUAN

RAZÓN Y DESASOSIEGO

Una de las características más notables en la novelas de Ian McEwan es la de hacer que sus personajes enfrenten las consecuencias de esos traumas infantiles que por inesperados, y por la poca madurez que se tiene cuando  golpean, marcarán en gran medida el resto de sus vidas.

Es el caso de Jeremy, un hombre que perdió a sus padres en un accidente cuando tenía apenas ocho años. Esa tragedia lo llevará a buscar en otras personas mayores, los padres de sus amigos, un referente que de algún modo pueda paliar la ausencia:

Desde que perdí a mis padres en un accidente de carretera cuando tenía ocho años, he tenido los ojos puestos en los de otras personas.

Esta tendencia se repetirá involucrándose en la vida de sus suegros: June y Bernard Tremaine cuya biografía ha decidido escribir:

Y justo cuando ya no los necesitaba adquirí unos padres en forma de suegros, June y Bernard Tremaine. Pero no había hogar. Cuando los conocí vivían en países distintos y apenas se hablaban.

Estamos en el marco de la segunda guerra mundial, June y Bernard, una lingüista atractiva e inquieta, y un entomólogo con un planteamiento de la vida abiertamente racional, tras casarse, deciden afiliarse al partido comunista convencidos de que es la mejor manera de contribuir a la reconstrucción de un mundo distinto tras la desolación y la barbarie de la guerra:

En 1946 emprendieron un tardío y largo viaje de bodas que les llevó a Francia, y tras el cual vivieron toda su vida separados, aunque nunca se divorciaron.

La novela está dividida en cuatro apartados en los que, siguiendo un orden cronológico, el narrador va contando en primera persona los avatares que se van sucediendo desde el accidente de sus padres hasta el desenlace final en el que los perros negros, según parece mencionados por Churchill como metáfora de depresión, tienen un protagonismo relevante.

El modo en que Ian McEwan traza el perfil psicológico de los personajes y los distintos matices que esa forma de ser los conduce a actuar como lo hacen, es otro de los rasgos distintivos en la manera de hacer del autor.

En el viaje aludido que emprende la pareja se producirá un cambio decisivo en su visión de la vida y en su posterior relación.

June llegó a Dios en 1946 a través de un encuentro con el mal en la forma de dos perros.

Esta experiencia resultará determinante, ya que como consecuencia de la misma June emprenderá un viaje hacia su interior que la llevará a aislarse del mundo; aislamiento que se hará definitivo al sobrevenirle una grave enfermedad que la conducirá a una residencia de ancianos.

Bernard no consigue entender este rapto idealista de su mujer y, aunque termina desencantándose y abandonando el partido, a partir de la invasión de Hungría por las tropas soviéticas, su mente racionalista y sistemática le impide comprender el giro que se opera en June:

En compañía de Bernard siempre he tenido la sensación de que faltaba un elemento en su visión del mundo y que era June quien tenía la clave. La seguridad del escepticismo de Bernard y su invencible ateísmo me hacían recelar; era demasiado arrogante, demasiadas cosas quedaban excluidas, negadas.

Es en la dialéctica de esos cambios, de esas transformaciones, en la que transcurre la trama, con tres acontecimientos narrados de manera admirable: la entrevista del narrador con June en la residencia de ancianos, la visita apresurada a Berlín  de Jeremy y Bernard justo cuando está cayendo el muro, y el viaje de Jeremy a Saint Maurice de Navacelles.

Será en este último capítulo en el que Jeremy podrá conocer de primera mano la historia de los perros negros, lo que de algún modo le permitirá poner fin a la biografía que está escribiendo. Y siempre resonando en su interior las palabras de June en el último encuentro que celebraron en la residencia de ancianos:

«Jeremy, aquella mañana me topé cara a cara con el mal. No lo sabía en ese momento pero lo intuí en medio de mi miedo; aquellos animales eran la creación de imaginaciones envilecidas, de espíritus pervertidos que ninguna teoría social podría explicar. El mal del que te estoy hablando vive en todos nosotros”…



miércoles, 17 de agosto de 2016

GRANDES POETAS (18) FEDERICO GARCÍA LORCA. "NOCHE DEL AMOR INSOMNE"

FEDERICO GARCÍA LORCA. 1898-1936


DEL LIBRO: SONETOS DEL AMOR OSCURO.


NOCHE DEL AMOR INSOMNE

Noche arriba los dos con luna llena,
yo me puse a llorar y tú reías.
Tu desdén era un dios, las quejas mías
momentos y palomas en cadena.

Noche abajo los dos. Cristal de pena,
llorabas tú por hondas lejanías.
Mi dolor era un grupo de agonías
sobre tu débil corazón de arena.

La aurora nos unió sobre la cama,
las bocas puestas sobre el chorro helado
de una sangre sin fin que se derrama.

Y el sol entró por el balcón cerrado
y el coral de la vida abrió su rama
sobre mi corazón amortajado.

Para leer más poemas de este autor:

Para saber más sobre el autor:


lunes, 15 de agosto de 2016

LECTURAS RECOMENDADAS: EN GRAN CENTRAL STATION ME SENTÉ Y LLORÉ. ELIZABETH SMART.



“EN GRAN CENTRAL STATION ME SENTÉ Y LLORÉ”
ELIZABETH SMART
EDITORIAL PERIFÉRICA
TRADUCCIÓN: LAURA FREIXAS


PROSA Y POESÍA, REALIDAD Y FICCIÓN.

Junto a los canales de Babilonia,
acordándonos de ti,
nos sentamos a llorar.

“El Cantar de los Cantares” Salmo 136.

No resulta sencillo, en algunas ocasiones, delimitar la franja que separa la prosa de la poesía. Tampoco la que separa la realidad de la ficción.

Esta novela constituye un buen ejemplo. Escrita en su mayor parte en prosa poética, bebe de muchas fuentes: El Cantar de los Cantares,  Blake, Dante Gabriel Rossetti, Shakespeare, Milton, referencias mitológicas, y desvela el amor apasionado de la autora por el poeta George Baker al que no conoce sino por sus poemas.

La realidad supera en este caso a la ficción a través de una historia tan real como inverosímil, con una intensidad y un lirismo exquisito se nos narra la relación entre estos dos personajes: la autora, Elizabeth Smart, y el referido poeta George Baker.

El comienzo de la historia se ubica en una estación en la que la narradora espera ansiosa la llegada del admirado poeta y su mujer:

Estoy en una esquina en Monterrey, de pie, esperando que llegue el autocar, con todos los músculos de mi voluntad reteniendo el terror de afrontar lo que más deseo en el mundo.

Se produce el idilio y con él la felicidad plena. Pero también la incomprensión, el acoso, las acusaciones, el goce y el sufrimiento. La presencia de la otra, su mujer, no consigue que la anfitriona renuncie a su sueño de convertirse en la amante del poeta:

¿Por qué no me arrojo desde este acantilado en el que enferma de luna paso horas acostada? Sé que estos días me ofrecen asesinato como único futuro. No sólo los dedos sigilosos del frío me alejan de la acción, haciéndome aceptar la hipócrita esperanza de que puede haber algún remedio. Como Macbeth, no dejo de recordar que yo soy su anfitriona.

Un deseo febril que pugna por verse correspondido ante unas circunstancias que lo hacen prácticamente imposible:

Pero no hay vez en que él pase cerca de mí y yo no sienta cada una de las gotas de mi sangre brincar, reclamando su atención. Por mucho que mi mente razone que entre nosotros sólo hay neutralidad, mi corazón sabe que jamás neutralidad alguna estuvo tan llena de pasión.

Intensidad y dramatismo reflejados con una escritura de extraordinaria belleza que no se ve, en general, artísticamente mermada por la implicación tan directa de la narradora:

Estoy celosa del halcón porque puede alzarse lejos, lejísimos del mundo. Contemplo con apasionada envidia a la gaviota que se arroja en picado: quizá sea su último vuelo. En los bosques, las palomas torcaces arrullan despiadadas mi sentencia.

Sabemos que la publicación de la novela en 1945 significó que la madre de la autora consiguió que su publicación fuera prohibida en Canadá, pero eso no impidió que el idilio continuara:

Pero en la frontera de Arizona nos pararon y nos dijeron: «Den media vuelta», y me encontré sentada en un cuartucho con barrotes en las ventanas mientras ellos escribían a máquina.
¿Qué parentesco tiene este hombre con usted? (El amado mío es mío, y yo soy suya, de aquel que entre los lirios su ganado apacienta.)…

Acusaciones, detención, humillaciones, referidas con todo su dramatismo y jalonadas por las alusiones a pasajes del Cantar de los Cantares que actúan como bálsamo compensador de las incomprensiones de los otros.

Un monólogo continuado con apenas interrupciones en el que se refleja la lucha desazonada y heroica de una mujer por la realización de sus sueños y la consumación de sus pasiones enfrentándose a todo tipo de prejuicios, instituciones y “buenas costumbres” imperantes.

Años más tarde, su hijo, Christopher Baker, uno de los varios que tuvo la pareja, escribió: “The Arms of the Infinite” en el que muestra su visión de los acontecimientos que le tocó compartir:

Nunca entendí el amor de mi madre por mi padre. Incluso cuando yo era más joven su relación me dejaba perplejo y confuso…pero el desenlace siempre era el mismo: nuestro padre, cuya presencia ansiábamos, se volvía a marchar y nosotros quedábamos atrás  anhelando desconsoladamente su regreso”.





            

sábado, 13 de agosto de 2016

SOBRE LA POESÍA. (2)



EL ARCO Y LA LIRA. (FRAGMENTO)

…Ahora bien, los poemas son obras de una manera muy extraña: no hay entre uno y otro esa relación de filialidad que de modo tan palpable se da en los utensilios. Técnica y creación, útil y poema son realidades distintas. La técnica es procedimiento y vale en la medida de su eficacia, es decir, en la medida en que es un procedimiento susceptible de aplicación repetida: su valor dura hasta que surge un nuevo procedimiento.

La técnica es repetición que se perfecciona o se degrada; es herencia y cambio: el fusil reemplaza al arco. La Eneida no sustituye a la Odisea. Cada poema es un objeto único, creado por una «técnica» que muere en el momento mismo de la creación. La llamada «técnica poética» no es transmisible, porque no está hecha de recetas sino de invenciones que sólo sirven a su creador.

viernes, 12 de agosto de 2016

POEMAS PROPIOS (22) "LLÁMENLO CORAZÓN"

LLÁMENLO CORAZÓN

Llámenlo corazón
aunque parezca
que oscila  y tiene ojos.
A pesar de esa cara
y esa costumbre
de agitar los brazos,
a pesar de que a veces
lo recorra un desierto,
a pesar de que oscuro
se detenga en la esquina,
-yo sé lo que me digo-
llámenlo corazón,
galaxia, nube...

Del poemario inédito: “Voces”


Imagen: Joan Miró.


jueves, 11 de agosto de 2016

GRANDES POETAS (17) BLANCA VARELA. "ENCONTRÉ"

BLANCA VARELA. PERÚ. 1926-2009


ENCONTRÉ


No he buscado.

Por costumbre si escucho el canto de un pájaro

digo (a nadie) ¡vaya: un pájaro!

O digo ¿de qué color era?

Y el color no tiene en realidad importancia,

sino el espacio en que una inmensa flor sin nombre se mueve,

el espacio lleno de un esplendor sin nombre,

y mis ojos, fijos, sin nombre.



Para leer más poemas de la autora:




POEMAS PROPIOS (21) ME GUSTA PERSEGUIR EL MOVIMIENTO DE TUS OJOS

ME GUSTA PERSEGUIR EL MOVIMIENTO DE TUS OJOS


Me gusta perseguir  el movimiento de tus ojos
porque uno tiene la impresión de que va a descubrir un nuevo mundo
y que más tarde o más temprano las puertas del cielo se van a abrir
con la misma naturalidad con la que se abre el misterio del día.

Me gusta perseguir el movimiento de tus ojos
incluso si conduce inesperadamente a la tristeza
porque uno tiene la impresión de que después vendrá la calma
y cantarán los pájaros un himno a los amores imposibles.

Me gusta perseguir el movimiento de tus ojos
cuando a lo lejos uno sospecha que se desata un vendaval
porque se presiente que va a venir la lluvia
y toda la miseria acumulada saltará hecha pedazos.

Me gusta perseguir el movimiento de tus ojos
porque se tiene la impresión de que en cualquier instante
vamos por fin a conocer a toda esa gente anónima
aherrojada en la tela de araña del olvido.

Me gusta perseguir el movimiento de tus ojos
incluso cuando se cierran en mitad de la noche
porque uno tiene la impresión de que se hará la luz
y podremos certificar que tanto miedo resultaba estéril.

Del poemario inédito: “Voces”

Imagen: Suhair Sibai



lunes, 8 de agosto de 2016

POEMAS PROPIOS (20) SIN MÍ.

SIN MÍ


Árboles amputados,
el pavimento de una calle sola
no sé decir qué día,
no sé decir si hay gente,
no sé decir mi nombre,
no puedo abrir los ojos.
Sólo sé que hace frío,
no sé si nieva.

Del poemario inédito: “Instinto”


Imagen: Magritte.


domingo, 7 de agosto de 2016

LECTURAS RECOMENDADAS: EL TREN DELANTERO. EMILIO GONZÁLEZ DÉNIZ.





EL TREN DELANTERO

EMILIO GONZÁLEZ DÉNIZ

ATTK Editores, 2016

Un detective privado, Ernesto Cruz, sospecha de Vesta Laserre, mujer de un importante hombre de negocios muerto repentinamente, y la somete a un interrogatorio en el que se van desvelando las claves de esta nueva novela de Emilio González Déniz.

-De acuerdo, señor Cruz; dígame qué desea exactamente, porque quiero terminar con todo esto lo antes posible, ya tengo en estos días demasiado lío legal como para estar pendiente de las pesquisas de un detective privado.

Con el estilo fluido y “creíble” que lo caracteriza, el autor estructura la historia en relatos de una supuesta escritora de novelas eróticas, Madame Palaurde, que se van intercalando sucesivamente con otros en los que, en diálogo con el detective, Vesta va aludiendo a sus propias experiencias eróticas.

Una narración que se lee como un homenaje al cine negro clásico. Constantes son las alusiones a la pareja cinematográfica Bogart-Lacall,  Lana Turner, y otras leyendas que protagonizaron algunas de las más celebradas películas del género, y en las que la carga de erotismo que las caracteriza es uno de los elementos destacables:

…Y ahora exhibe ese aire de sabueso desvencijado, creo que tratando de seducir a una joven, como en uno los relatos que he traducido de Madame Palourde homenajeando a la pareja Bogart-Bacall.

Vesta Laserre trabaja como traductora en una editorial perteneciente a un amigo de su marido, Ricardo Estepa, por quien ella se siente enormemente atraída, y no acepta que su jefe la rechace debido al vínculo que había tenido con la madre de la protagonista y a la amistad con su marido Arturo. Ha conseguido una exclusiva para traducir a la autora francesa cuyas novelas están jalonadas de un erotismo desbordante.

La sucesión de historias intercaladas en las que no resulta a veces sencillo distinguir quién es la autora, si Vesta, que también escribe sus propias experiencias eróticas aunque no las publica porque a su marido, ahora muerto, no le parecía adecuado, o la autora francesa a la que traduce, mantiene ese aire de intriga y alude a algunas películas como 9 semanas y media , L.A. Confidential, y directores del género como Bigas Lunas, que se han convertido en iconos del género.

Algunas de estas historias resultan realmente excepcionales: entre ellas “El tren delantero” ambientada en África y que resultará decisiva para el inesperado desenlace de la trama. Yo soy “la divina”, un homenaje, lleno de ternura y admiración, a la genial Greta Garbo; Una losa de dos toneladas, no exenta como casi toda la novela de un cierto toque humorístico, en la que uno de los protagonistas lamenta, acuciado por el deseo de hacer el amor con su compañera, perderse ver en directo por televisión ese momento histórico en el que con el dictador se entierra también uno de los pasajes más siniestros de la historia de este país; Las fronteras de la muerte, una historia excepcionalmente bien narrada en la que un anciano general descubre el acontecimiento del amor por una muchacha en un contexto nada propicio.

El tren delantero constituye una muestra más del buen quehacer literario de uno de nuestros más reputados narradores contemporáneos. Una demostración también de que en el terreno de la creación literaria, como de la creación artística en general, todos los temas pueden ser tratados, a condición de que lo que prime sean el oficio y el talento.


viernes, 5 de agosto de 2016

POEMAS PROPIOS (19) CON LO PUESTO

CON LO PUESTO


Estamos con lo puesto,
la evidencia se impone
y sobran las palabras.

Ah, pero hete aquí que estamos,
hay una expectativa
y un misterio en la tarde.

También frente a nosotros
se puede presentir
que el alba asoma.

Estamos con lo puesto,
pero hete aquí que estamos
y un ave abraza un río.

Del poemario inédito: “Instinto”


Imagen: Jafeth Gómez Ledesma.


GRANDES POETAS (16) JAIME SABINES. YO NO LO SÉ DE CIERTO...

JAIME SABINES. MÉXICO. 1926-1999


YO NO LO SÉ DE CIERTO...


Yo no lo sé de cierto, pero supongo
que una mujer y un hombre algún día se quieren,
se van quedando solos poco a poco,
algo en su corazón les dice que están solos,
solos sobre la tierra se penetran,
se van matando el uno al otro.
Todo se hace en silencio. Como
se hace la luz dentro del ojo.
El amor une cuerpos.
En silencio se van llenando el uno al otro.
Cualquier día despiertan, sobre brazos;
piensan entonces que lo saben todo.
Se ven desnudos y lo saben todo.
(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo).

HORAL (1950)

Para leer más poemas del autor: