LIBROS RECOMENDADOS: “LA HERIDA EN LA LENGUA”. CHANTAL
MAILLARD.
TUSQUETS EDITORES.
Marzo, 2015
El poemario se divide en tres partes: “La herida en la
lengua”, “Sidermitas” y “Balbuceos”, esta última parte escrita en prosa.
Continuando en su línea de desposesión, desmembramiento, descomposición,
la autora nos propone un recorrido inquietante en el que asistimos, a través de
poemas que son en muchos casos
pinceladas, esbozos, alumbramientos, a la atomización del propio yo para vagar
fuera del tiempo.
Descuidado de sí
por un instante
el yo
rodando va que mengua
hacia su centro…
Lengua herida en un doble sentido: elemento físico, músculo,
y lengua como código impuesto, mensaje cifrado, orden lógico. La sustitución de
la razón por el instinto, la acechanza, la intuición; enfrentados a la caída en
el abismo, atomizados, fuera de la conciencia del yo.
Abrázame le digo dice
ella
pero no hay otro
movimiento que el de
la caída
y me pregunto cómo
si ella más abajo
o si yo más arriba
o su brazo y no hay
tiempo
salvo para caer…
Exposición al sobresalto, la náusea, arriesgándose al
choque, al golpe, sin la razón como guía.
Ah, y también la
náusea.
Al abrir los ojos
cada mañana
la náusea
y la marca del miedo
subiendo entre los
juncos.
Latir en un estado de inconsciencia, antes de la palabra y
la escritura, un estado de inocencia, sin culpas, sin dolor, sin violencia…
Dormir
como
hacia el origen
antes de la escritura
antes de la palabra…
Destello, un apunte apenas, instinto, susurro, acecho:
Presa la escritura. Libre
sólo
para el destello.
Al acecho. Entre las cuerdas.
Susurrando
Aperturas, rendijas, lugares para escapar, para evitar la
caída, para “salvarse”:
Ventanas
para la mano trémula
para la boca áspera y el
espíritu en fuga.
Y llegamos a la segunda parte del poemario: “Sidermitas”. La
voz se multiplica, el origen, antes de todo, antes del lenguaje, antes de la
contaminación.
Entonces
una chispa un
ardor un nuevo impulso
y
luego la caída y
un tumulto de
voces ecos
de inalcanzables
proporciones
Soportar, arder, mantenerse, resistir:
Arde pequeña
sidermita.
Las fibras cristalizan
cuando el fuego las alcanza…
La herida en la lengua, nuestra herida, la herida de todos:
Éramos diez
o veinte
o ciento veinte-es
difícil contar
con la sangre en los
ojos-
Antes de la imposición, del sometimiento, de la norma,…
Cuídate, sidermita, de
la estirpe del
hombre. Desprovistos
de instinto
transforman en
creencia lo que la
lengua dicta.
¿Cómo evitar lo inevitable? ¿Cómo librarse del yugo?
Haz un nudo en la
carne/Haz
un nudo-universo
sobre el miedo…
¡Suéltala, sidermita!
Suelta
la cuerda…
“Balbuceos” es la llegada a la última parte del poemario.
Cuando ya no hay palabras, cuando ya el horror ha sobrepasado los límites del
asombro. Entonces, sólo el balbuceo es posible, sólo la insinuación, sólo la
mueca ante la violencia de los hechos. La lengua herida, manipulada,
neutralizada, falseada. La herida de toda la especie.
….Para sobrevivir,
cualquier animal embiste las paredes de su celda, atraviesa continentes, camina
hasta extenuarse…Ninguno, sin embargo, esclaviza a otro por provecho o
diversión, ninguno encarcela a otro para contemplar las piruetas que da,
tratando de hallar salida…La crueldad es moral, y la moral es humana. La
estupidez también.
Un libro excelente. Una muestra más de la maestría y
sabiduría alcanzadas por la poeta.
Entrevistas a la autora sobre su obra en general y ésta en
particular.